Colombia ganó una reputación negativa debido a la violencia y el tráfico de drogas que prevaleció durante los años 80 y 90. Desde entonces, se han dado grandes pasos hacia la seguridad y Colombia es ahora un destino turístico favorito. Esto no es de extrañar dada la diversidad de culturas y paisajes que ofrece el país y la disposición cálida y acogedora de la gente.

A pesar de las críticas positivas del país como destino, Colombia, como muchos países del tercer mundo, todavía tiene problemas importantes que no se abordan en ningún nivel de gobierno.  Los que ocupan un lugar destacado son los problemas ambientales y sociales que tienen un efecto profundo en las comunidades y los ecosistemas indígenas y marginados de Colombia. Agregue a esto los efectos del calentamiento global y los problemas parecen insuperables.  

Muchas organizaciones y programas gubernamentales se acercan a estas comunidades, sin embargo, sus actividades son de corta duración, lo que hace poco más que brindar un alivio temporal. La clave del éxito en la mejora de las comunidades y el medio ambiente radica en el compromiso a largo plazo entre todas las partes, lo que resulta en una relación de confianza entre las comunidades, sus líderes y las organizaciones que brindan ayuda.